No cabe duda de que elegir bien el cartucho que vamos a utilizar influye de manera directa sobre los resultados obtenidos durante la jornada de caza. Sin embargo, resulta del todo injusto que queramos
supeditar todo a este elemento del equipo. Y es que, cuando uno tiene un buen día, hablará maravillas sobre el cartucho elegido, sin embargo ese mismo cartucho puede ser utilizado en una jornada en la que regresemos con las manos vacías para casa... ¿a qué le echamos la culpa?, ¿al mismo cartucho que tanto habíamos elogiado la semana anterior?... ¿no estaremos siendo un poco injustos? Muchas veces el cartucho sirve para justificar fallos en el tiro de caza y, sin duda, resulta una magnífica escusa para gran cantidad de cazadores que no se distinguen especialmente por ser buenos tiradores.
Dicho esto, lo que queremos significar es que debemos darle a cada elemento del equipo la importancia que realmente tiene y el cartucho, aunque sin duda es fundamental, no es lo único que conseguirá que obtengamos los resultados esperados; por lo tanto, intentemos relativizar un poco su elección y no nos obsesionemos.En la caza no hay nada seguro y mucho menos cuando hablamos de cartuchos: no podemos saber a qué distancia va a aparecernos la pieza, ni las condiciones que tendremos para el disparo, ni el tiempo del que dispondremos... son muchas las variables que pueden darse y cada una de ellas influirá de manera directa en que el cartucho funcione o no de la manera esperada, es decir, nos ofrezca resultados. Ningún cartucho lo abate todo y en todas condiciones.
En resumen: no existe el cartucho perfecto, por lo tanto, deje de buscarlo.
Al igual que decimos que el cartucho perfecto no existe, también hay que decir que no existen los cartuchos “buenos” y los “malos”. En el mercado encontraremos cientos de diferentes modelos, de distintas marcas y cada uno de ellos cubre una serie de condiciones y características, pero no por ello son mejores o peores.
Por lo general, cada cazador tiene sus marcas preferidas, bien porque son aquellas con las que empezó a cazar, o porque fueron las usadas en una jornada memorable, o porque son casas de renombre... todo eso está bien porque, en el momento en que nos encontremos a gusto con un cartucho, sin duda tendremos mayor seguridad en lo que estamos haciendo, lo que supondrá que realizaremos el disparo con mucha mayor confianza y es así como se obtienen resultados (sí, la psicología influye en la caza mucho más de lo que la gran mayoría piensan)
Por lo tanto, lo que cada cazador debe buscar es el cartucho más completo posible, que le reporte confianza y le haga sentirse tranquilo... Dicho así parece bastante fácil ¿verdad?, ahora intentaremos darle claves prácticas para conseguir llegar a ese cartucho “propio”. Mención a parte merece el tema económico, por supuesto que existen cartuchos más caros que otros, pero creemos que el dinero no debe convertirse en el factor principal que marque nuestra elección. Los cartuchos no son, ni de lejos, lo más caro que necesitaremos adquirir para una jornada de caza y, una vez realizada una inversión importante, ¿realmente merecerá la pena echar al traste por gastar unos céntimos mas o menos en una caja de cartuchos?
